lunes, 25 de julio de 2011

OBSESION CONTIGO MUJER

I

Bordéote primero,
me acerco después.
Eres un navío llamado mujer.
Te abordo por el pecho
que comienza a levantar
las olas de tus senos
comenzándose agitar.

Y besoadicto de esos pechos,
de tus piernas y tu cuello.
Besoadicto
de tus partes escondidas
que escondidas encuentro.
Me internas
con las hojas de tus manos
y me adentro
en tu cuerpo tan espeso.
Me sacas y no me aliento.
Sigo enfermo de tus besos.
Besoadicto en la playa,
en la calle y por donde sea.
No te perdona mi boca, ni mi lengua
besoadicta de anhelarte.


II

Un día de esos
que cuando te beso te dejas besar
me flechaste con el punto de tus pechos.
Un pájaro que se cruzó en una metáfora
cuando escribía esto
hasta cerró sus ojos para no vernos.
Ese pájaro es más tímido
que el tímido vello en tus piernas.
Y las yemas de tus dedos
ocultándose en mi cabello
surcaban escalofríos
prestando intentos
aportillaban mis suspiros.

Estaba como muerta tu piel hambrienta.
Quise descender, pero me imanó tu beso
y terminó de crecer el aliento
que respiran los miembros.
Y no sé dónde se escondió el silencio
cuando irrumpiste con un gemido intenso.


Arquímides Guillén